El Dr.Ruperto Charles Torres, de orientación cognitivo-sistemica, desarrolló una serie de tecnicas que concluyeron en una exitosa terapia, que el la denomina “terapia breve y sistemica para parejas, padres y adolescentes”.
En su querido Distrito Federal, Republica de México, viene desarrollando desde años docencia, y ha dictado diversos seminarios y cursos sobre el tema, en el ultimo reciente seminario panamericano de ASIBA (Asociacion Sistemica de Buenos Aires), tuve el placer de conocerlo con su proverbial simpatia, y que tambien me dedicara uno de sus trabajos.
Justamente, de uno de ellos, “Soluciones para parejas y para padres”, hemos extractado varios de sus principios, que en mi caso, se constituyen en guia de mi terapia con padres y adolescentes
Ser comprendido:
Los adolescentes necesitan mucho apoyo por parte de sus padres, debido a que se perciben observados por todos los grupos o redes de la que forman parte (familia, amigos, etc).
Tener mayor tolerancia en sus diferentes formas de hablar, vestir, divertirse, etc.
Poder comunicarse:
Resulta fundamental; muchas veces las discusiones entre padres e hijos, se caracterizan por la falta de escucha y sobre todo de claridad sobre lo que se discute, y tambien en sub o sobre estimar el poder de comprensión del adolescente.
Recibir disciplina:
El adolescente requiere , guia, orientación y tambien límites sobre lo que puede o no puede hacer.
En la adolescencia, el límite entre lo que se quiere y lo que se puede es naturalmente confuso.
Por eso el rol de los padres es fundamental.
Entender que es “ser justo”:
A los hijos se los debe amar a todos por igual, pero se los debe tratar y educar de forma diferente; porque cada uno tiene necesidades diferentes, y tambien viven circunstancias diferentes, y tambien se deben tomar medidas diferentes en cada caso.
Por tal razón suele resultar ante los “ojos” del adolerscente como “injusto” y por ello requiere de una explicación convincente.
Sentir y dar confianza:
El ritual de la confianza, suele ser una secuencia de prueba y error, dado que los padres deben educarlos, para que sepan tomar sus propias decisiones.
También que se hagan responsables por sus errores y lo sepan asumir; por lo tanto se le debe fomentar la autoconfianza.
Sentirse respetado:
Debe existir distancia y privacidad tanto en padres como en los adolescentes; recuerden que “confianza” y “respeto”, son dos caras de una misma moneda.
Los roles de padre y de hijo, siempre deben estar delimitados, porque, de lo contrario, se corre el riesgo de confundirse.
Ser responsable:
Al adolescente se le deben encomendar tareas y participar o colaborar con él, según las cosas. Que comience a vivir la experiencia de dar y recibir, que paulatinamente pase de la “simple” obediencia, a su propia autonomía.
Sentir amor:
No alcanza con simples hechos o sacrificios, el adolscente también necesita escuchar y sentir afecto, necesita de contactos breves, intensos y hasta intermitentes, necesita disfrutar, oir y sentir que se lo ama.-
No importa tanto la cantidad como la calidad de afecto que se le brinda al adolescente; no le diga lo que le da, preguntele que necesita.
Saber que es la honestidad:
Ante el adolescente, el padre o la madre, son su referentes o guias en su crecimiento. Eso no significa que no tienen que ser sabios o valientes; muy por el contrario, deben mostrarse humildes y honestos, y reconocer aquello que no pueden o les cuesta comprender, o no saber como actuar en determinadas circunstancias.
Compartir humor:
“La risa es la distancia mas corta entre dos desconocidos”, expresa un viejo dicho; cuando padres e hijos generan espacios comunes, refuerzan y mejoran la relación.
Por lo tanto lo predisponen mejor para tratar otros temas mas complejos y el adolescente se dispone mejor a escuchar.
Compartir tiempo juntos:
Es importante que el padre o la madre invite al adolescente a compartir a cosas que les gusta ; pero tambien es fundamental ir descubriendo lo que al adolescente le gusta, y si lo invita, acompañarlo, cuidando de no invadir sus espacios.
Enseñar con el ejemplo:
“Las palabras se las lleva el viento, pero lo vivido queda en el corazón”. El adolescente lo tiene presente, aunque por momentos no le resulte explícito o fácil explicarlo con palabras.
Juan David Nasio, por ejemplo en un trabajo en el que analiza el comportamiento de como actuar con un adolescente dificil, propone algunas recomendaciones y analisis profesionales para entender y comprender al adolescente , y aqui comentamos algunas de sus propuestas.
Saber esperar:
El adolescente evoluciona emocionalmente de la misma forma que en todo lo demás, por lo tanto es “cambian” en muchos aspectos. Recuerde que por lo tanto recuerde que la adolescencia es una etapa de la vida que tiene un comienzo y un final . Por lo tanto , si tenemos la sabiduria de esperar, de soportar y aceptar estos inconvenientes que genera la adolescencia.
Saber relativizar:
Cuando usted se enoja con su adolescente, además del limite que quiera ponerle, también escucha toda la emocionalidad que pone en sus palabras, que por mas genuino que resulte su enojo o decepción, lo que éste busca siempre es saber si ha “perdido o no” su confianza. Recuerde que lo que siempre busca el adolescente es apoyo, contención y amor.
Saber negociar:
Con el adolescente los padres deben estar dispuestos a “negociar”, que significa eso? que deben establecerse acuerdos, arreglos…buscando siempre un difícil equilibrio entre no ser un guardián….pero tampoco un amigo. Esta capacidad que ustedes como padres deben adquirir, cuando ellos crezcan se lo agradecerán, tanto cuando supieron prohibirle algo para preservar su salud o seguridad, como cuando negociaron cosas que con el tiempo pueden resultar anecdóticas o risueñas.
Saber no comparar:
No es conveniente compararlo con los hermanos o los amigos, o lo que lo ponga en competencia con otro…en lugar de promoverlo…a veces lo desalienta o lo humilla; no presagie fracasos o exitos, mas bien fortalezca logros o pequeños logros que lo direccionen a incrementar su confianza hacia lo que esta habilitado para querer y poder hacer.
Recuerde que un “adolescente insoportable” en su casa es muchas veces muy bien apreciado en otros casas o lugares…
Saber, aceptar y comprender que los abuelos o tios, no los “crian”, sino lo “malcrian” y esta bien….
A veces el adolescente sabe que sus padres lo quieren, pero no sienten ese amor, solo ven que se interesan en su salud o en la educacion, en su ropa…no en su persona. Sienten que solo lo juzgan en vez de quererlos.
En cambio, ven en los abuelos o algun tio, que obviamente se encuentra mas liberado de todo lo demás, y a veces con algun dejo de sabiduria, que solo lo quieren “como es”….sienten ese amor como un alivio…sin un “toma y daca” permanente, que no los abruma y van “formateando” su personalidad.
Dos perdidas que los padres deben saber asumir
La primera es que ese niño/a ya esta creciendo y va camino a ser un/a adolescente.
La segunda es la ilusion del adolescente ideal…contento consigo mismo, con su vida…sus padres…su futuro…amante de su familia….de las parejas de sus padres…de sus parejas….y esto visto por la neurosis propia de una adolescencia a veces genera una exigencia importante que se suma a las propias de él.
Además Nasio nos habla del SIA (sufrimiento inconsciente adolescente), lo cual genera el siguiente tridente, como la forma que éste tiene de manifestar esa neurosis.
- Neurosis del crecimiento: es la neurosis sana y necesaria para ser adulto lo cual genera un sufrimiento inconsciente moderado (tristeza, angustia, rebeldía)
- Comportamiento peligroso: aqui se interpreta como una puesta en accion de ese sufrimiento inconsciente intenso, esto genera otras cuestiones ( aislamientos, intentos de suicidio, poli-adicciones, vandalismo, alcoholismo, ciber-dependencia).
- Perturbaciones mentales: aqui se comienzan a revelar sintomas y sindromes que se pueden interpretar como un sufrimiento inconsciente extremo (ezquizofrenia, tqc, fobias, depresión, desordenes alimentarios, perversiones sexuales)
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